Charlie Hebdo, una reflexión sobre el periodismo
Sería mejor que no hubiera ocurrido, pero la intolerancia acérrima ciega y nubla el entendimento. Desde la academia, tenemos mucho que reflexionar y aprender.
Charlie Hebdo, está nuevamente en las calles, diciendo no al amedrentamiento, y al miedo, sí a la libertad de expresión de las ideas, a la independencia periodística, a la pluralidad de opiniones, a la vida, a la tolerancia y a la paz.
Su primer número, después del atentado, es un extraordinario documento histórico. Es una edición parisina, de difusión global. Se han tirado tres millones de ejemplares, con 8 páginas, en 16 idiomas, que ya están agotados. Es destacable el pensamiento de la redacción, manifiesto por el caricaturista Luz en la portada de hoy Tout est pardonné, y la importancia del lápiz que siempre estará encima de la barbarie, en la web.
El Je suis Charlie, identificativo del hebdomadario, se tornó en Nous somnes Charlie, alusivo al apoyo de la sociedad y al también Je suis Ahmed , relacionado con el policía francés y musulmán que murió defendiendo el ataque al semanario.
Son opiniones diversas, que hablan de la pluralidad de ideas, de la diversidad de discursos en la sociedad que deben ser escuchados. Tanto Oriente, como Occidente defienden su cultura y tienen derecho a expresarse.
Debemos identificar el género de la publicación. Charlie Hebdo es una revista satírica, de humor, su espíritu es la crítica, su estilo es burlesco, y hasta irreverente; porque además busca generar controversia y reflexión sobre los diversos temas, sobre los que podemos estar o no de acuerdo.
Nadie puede dudar del derecho a publicar de una revista satírica como Charlie Hebdo. Las ideas, se exponen, se dialogan, se debaten, contraponen, rebaten, pero no se acallan violentamente.
El periodismo es una profesión arriesgada y requiere de valentía de los periodistas en la defensa y la difusión de sus ideas. La siguiente frase del Director de Charlie Hebdo la refrenda: “Si empezamos a pensar en el contexto, en la posibilidad de que unos descerebrados te maten porque cuentas cosas que no les gustan, entonces nunca podrás contar nada" (Charb, en una entrevista de 2012).
Y con Carlos Soria, nos atrevemos a sumar una dosis de prudencia en la agenda informativa. Con el sabor conflictivo que tiene, es bueno definirla: “La prudencia es equilibrio, espera, oportunidad, ponderación de las circunstancias, medios y alternativas en juego, previsión de las consecuencias, fortaleza y flexibilidad, realismo y la prudencia es también magnanimidad , sinceridad y honradez, ira buena ,el riesgo medido y la actuación contracorriente, la esperanza”.
Son solo algunas ideas, tenemos mucho que aprender.
1 comentario:
Hola Rosa, qué curioso, esta misma mañana he publicado en mi blog una entrada, bajo el título "Pensamiento" en la que precisamente me manifiesto en el sentido de que "Je ne suis pas Charlie".
Un beso y un abrazo,
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