Los medios de comunicación peruanos son noticia, una vez más, desde el escenario
de la crítica gubernamental. El presidente Ollanta Humala en
declaraciones a
la prensa extranjera, durante su visita oficial a los reyes de España, reprochó la actitud de los medios de
comunicación: “Yo creo que hoy
ya no pueden poner un Presidente de la República, pero sí pueden
desestabilizar, tratar de mover el piso”.
Todos los medios
han recogido las declaraciones. El
Consejo de la Prensa peruana, ha rechazado el
desacierto de las
declaraciones , refiriendo que el trabajo de la prensa es
investigar a los más poderosos y a su entorno.
¿Pueden los medios desestabilizar al gobierno?
Las afirmaciones del presidente buscan dejar mal
parados a los medios peruanos, sin embargo éstas también afectan al gobierno. El
presidente peruano enfrenta actualmente cuestionamientos no sólo de su gestión,
sino también de su esposa, en el ámbito de lo público, que no han sido oportunamente esclarecidos. La primera dama está concurriendo al Congreso para aclarar los cargos que se le imputan.
Históricamente sabemos
que es un recurso de los gobiernos atribuir malas intenciones a los medios cuando éstos informan de todas las
disfunciones gubernamentales. El presidente tiene una aprobación
baja según las encuestas.
Pongámonos del lado del presidente
y abonemos unos medios
favorables a la gestión
gubernamental ¿Favorecerá ésta al gobernante? No, y más bien lo perjudicaría, porque esta información no coincidiría con la opinión negativa que los diversos
sectores de la sociedad pueden
tener de una labor gubernamental,
partiendo de la simple observación de la realidad.
En consecuencia, no son los medios los que pueden mejorar o desestabilizar al
gobierno. Si hay una buena práctica, que es igual a cumplir bien el cargo para el que el país lo ha nombrado: trabajar
en la defensa, desarrollo, y bienestar del país, velar por una mejor calidad de
vida para sus ciudadanos, con obras concretas
a corto, mediano y largo plazo; los medios no podrán informar lo
contrario.
Si la práctica es disfuncional, las denuncias y las
críticas de los medios resultan esenciales para que los funcionarios públicos puedan captar mejor el sentir de la gente,
identificar los aciertos y reconocer y corregir las deficiencias.
El articulo fue publicado en el Suplemento Semana del diario El Tiempo, de Piura, el 19 de julio de 2015. Se puede leer el articulo completo aquí.
Rosa Zeta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario