lunes, julio 20, 2015

¿Pueden los Medios de comunicación desestabilizar al gobierno?

Los medios de comunicación peruanos  son noticia, una vez más, desde el escenario de la crítica gubernamental. El presidente Ollanta  Humala en  declaraciones a  la prensa extranjera, durante su visita oficial  a los reyes de España,  reprochó la actitud de los medios de comunicación:  “Yo creo que hoy ya no pueden poner un Presidente de la República, pero sí pueden desestabilizar, tratar de mover el piso”.

Todos los medios  han recogido las declaraciones.  El Consejo de la Prensa peruana,  ha rechazado  el desacierto de las declaraciones , refiriendo que el trabajo de la prensa es investigar a los más poderosos y a su entorno.

¿Pueden los medios desestabilizar al gobierno?

Las afirmaciones del presidente buscan dejar mal parados a los medios peruanos, sin embargo éstas también afectan al gobierno. El presidente peruano enfrenta actualmente cuestionamientos no sólo de su gestión, sino también de su esposa, en el ámbito de lo público,  que no han sido oportunamente esclarecidos. La primera dama está concurriendo al Congreso para aclarar los cargos que se le imputan.

Históricamente sabemos  que es un recurso  de  los gobiernos atribuir  malas intenciones a los medios  cuando éstos informan de todas las disfunciones gubernamentales.  El presidente tiene una aprobación  baja según las encuestas.

Pongámonos del lado del  presidente   y abonemos unos medios   favorables a la gestión  gubernamental ¿Favorecerá ésta al gobernante?  No, y más bien lo perjudicaría,  porque  esta información no coincidiría  con la opinión negativa que los diversos sectores de la sociedad  pueden tener  de una labor gubernamental, partiendo de la simple observación de la realidad.  

En consecuencia, no son los medios  los que pueden mejorar o desestabilizar al gobierno. Si hay una buena práctica, que es igual a cumplir bien el cargo  para el que el país lo ha nombrado: trabajar en la defensa, desarrollo, y bienestar del país, velar por una mejor calidad de vida para sus ciudadanos, con obras concretas  a corto, mediano y largo plazo; los medios no podrán informar lo contrario.

Si la práctica es disfuncional, las denuncias y las críticas de los medios resultan  esenciales para que  los funcionarios públicos puedan  captar mejor el sentir de la gente, identificar los aciertos y reconocer y corregir las deficiencias.

La fiscalización de  los medios puede ser un buen elemento de control de la actividad pública en beneficio del bien común de los peruanos. Vemos que la divergencia entre la actuación del gobierno y los fines que le corresponden, genera reacciones sociales  y en consecuencia no se produce  esa identidad  y confianza de la ciudadanía  con sus gobernantes  o autoridades como ellos quisieran.

El articulo fue publicado en el Suplemento Semana del diario El Tiempo, de Piura, el 19 de julio de 2015. Se puede leer el articulo completo aquí. 
Rosa Zeta

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