Ander Izaguirre, periodista autónomo (freelance para los que se resisten a traducir los términos), acaba de ganar el premio de relatos viajeros Mikel Essery, con una historia que titulada "Groenlandia Cruje". Con motivo de este reconocimiento, Izaguirre relata los dolores de cabeza y las preocupaciones que supone para un periodista de su condición conseguir que le paguen a cambio de una historia como ésta. (Tengan cuidado de no quedarse con mucha carga en la musculatura del cuello, a la hora de asentir con la cabeza a cada una de las afirmaciones del texto ;) ...).
Como siempre, me quedo con tres párrafos interesantes, de su conclusión final. La fuerza de ellos no sólo reside en su claridad, sino que, trazo a trazo y letra a letra (y me consta), son vividos por este escritor, día a día. Uno de ellos que ha motivado el título de esta entrada:
- "veo cada vez más claro que las historias buenas acaban abriéndose camino".
- "me gustaría mucho seguir publicando en los diarios, en aquellos en los que antes escribía con frecuencia, cuanto más grandes mejor. Pero veo que no tiene sentido quedarse sentado esperándolos."
- "Toca espabilarse, cambiar algunas ideas, no perder demasiado tiempo tocando las puertas grandes y seguir currando"
Su testimonio cae en un río revuelto mediático, que parece subrayar la importancia del negocio por encima de las buenas historias; que parece pronosticar un éxito sin precedentes a todo aquello que sea dinero y a lo que no, sentenciarlo con la frase "no tiene futuro".
Las grandes corporaciones medios no sólo han sido arrinconadas por el precio del papel, sino también por el desembarco de las empresas de telefonía, que son los nuevos jugadores del partido y que han empezado a desplazarles en rentabilidad y eficacia. En medio de todo ello, aparece este relato de Izaguirre, que nos vuelve a remitir a la esencia del Periodismo: "las buenas historias acaban abriéndose camino". Un relato que nos reclama seguir escribiendo historias catárticas, que nos hagan despertar de nuestro aletargamiento social, mercantil y laicista.
Hasta aquí la moraleja.... ahora empieza la parte para los que disfrutamos de un texto bien escrito. Dos párrafos que me atrevo a transcribir, porque aún no puedo dejar de paladearlas en mi lóbulo frontal:
"Groenlandia me parece una de las sociedades más interesantes en este momento: los inuit orientales que ahora tienen 50 o 60 años nacieron en una cultura prehistórica (no es una manera de hablar: eran cazadores y pescadores nómadas, a muchos sus madres los parieron sobre alguna roca durante las migraciones anuales, pasaron la juventud viajando en trineo para cazar focas a arponazos)"
"Los jóvenes luchan por fundar una sociedad del siglo XXI en el entorno más hostil del planeta y dentro de pocos años conseguirán la independencia de manera pacífica, apoyada en los ingresos multimillonarios del petróleo, con las mayores reservas mundiales sólo detrás de las saudíes. El deshielo ártico, que acabará definitivamente con el modo de vida tradicional, permitirá extraer el crudo y financiar la independencia de Groenlandia. Así pues, asistimos a la fundación de un país moderno en un mundo de hielo."
Concluyo:
El mayor mérito profesional de Ander: No patear el sistema. Plantear su estrategia y su mejor jugada con lo que tiene: "agua y japoneses".
Algo que no dejaré de admirar: su gratitud hacia sus profesores. El calificativo de "salmonete" (por estar envuelto siempre en periódicos), utilizado para referirse a MAJ, bien podría aplicársele a muchos de mis profesores Udep.
1 comentario:
Porsupuesto José Luis, son esas historias buenas las que tambien tienen que estar presente en los nuevos soportes. Saludos
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