Exposición Homenaje en Roma (2011) |
Hoy recordamos los veintiséis años de pontificado del Beato Juan Pablo II, quien el 16 de octubre de 1978, a la edad de
cincuenta y ocho años, fue elegido Pontífice. El papado más largo del siglo,
caracterizado por su sentido pastoral.
La tarea de los periodistas es uno de los temas a los que dedicó parte de su magisterio. Karol Wojtila promovió documentos como “La Ética en la
publicidad” (1997), “Ética en las Comunicaciones Sociales” (2000) y “Ética en
Internet” (2002). El discurso con el que
concluyó el Jubileo de los Periodistas, es
muy ilustrativo para la coyuntura que viven los medios peruanos.
El Papa reconocía
que el periodismo estaba en tiempo de profundos cambios, por la
proliferación de las nuevas tecnologías,
que afecta a todos los ámbitos e
involucra a todo ser humano y alertaba a
los periodistas en torno a la globalización, que ha aumentado la capacidad de
los medios de comunicación social pero al mismo tiempo los ha expuesto aún más
a las presiones ideológicas y comerciales.
Consideraba que los periodistas estamos llamados a poner nuestra
profesionalidad al servicio del bien moral
y espiritual de los individuos y de la comunidad humana. Debe
experimentarse como una tarea en cierto
sentido “sagrada”, “ejercida con la conciencia
de que se os confían los poderosos medios de comunicación para el bien de todos; en particular para el
bien de las capas más débiles de la sociedad: de los niños, los pobres, de los
enfermos, de las personas marginadas y discriminadas”.
Puso énfasis en que no se
puede escribir o emitir sólo en función
del índice de audiencia, a despecho de servicios verdaderamente
informativos. Ni tampoco se puede recurrir al derecho indiscriminado de
información, sin tener en cuenta los demás derechos de la persona.
No hay libertad, incluida la
libertad de expresión, que sea absoluta: en efecto ésta está limitada por el deber de respetar la dignidad y la
libertad legítima de los demás. No hay nada, por más fascinante que sea, que
pueda escribirse, realizarse o emitirse con perjuicio de la verdad. Y no sólo
me refiero a la verdad de los hechos
reportados, sino también a la verdad del hombre, a la dignidad de la persona
humana en todas sus dimensiones.
Se puede profundizar el tema en el libro "Introducción a la Comunicación Institucional de la Iglesia", editado este año por Teresa la Porte.
Rosa Zeta
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