El titulo de las obras de Leon Tolstoi y de Pierre
Joseph Proudhon , nos sirve para
analizar el tema de la guerra y
la paz puesto en escena por la protesta de nueve premios nobel de la paz contra el programa Star Earn stripes, un reality de guerra que NBC , el canal de TV norteamericano, estrenó la semana
pasada.
Los
nobeles han pedido el retiro del programa a la cadena norteamericana porque consideran que “glorifica la
violencia”. Todo lo contrario a los fundamentos expuestos por los
productores quienes pretenden rendir
homenaje “a los hombres y mujeres que
sirven en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos”.
Los artífices de la paz, haciendo uso de su posición de
actores responsables en la promoción de
este derecho social - también a través
del entretenimiento -, cuestionan que se
presente a la guerra como escenario de entretenimiento. “Creemos que este
programa no rinde homenaje a nadie sino que continúa y expande la vergonzosa
tradición de glorificar la guerra y la violencia armada”.
El reality show, como programa televisivo, muestra como espectáculo
los aspectos más morbosos o marginales
de la realidad, busca divertir al público, atraer su atención, impresionar. En este caso el espectáculo
elegido es la preparación para la guerra, de la cual saldrá
un actor vencedor, que será el ganador de un premio
pecuniario que se entregará para una obra de bien social.
Parece riesgoso presentar a la guerra como escenario
beneficioso para una causa noble. Como un
recurso viable para conseguir un fin bueno; y aunque estamos en el plano del
entretenimiento, y de la ficción, el planteamiento que lo sustenta puede
sugerir socialmente que no interesan los
medios utilizados para la consecución
del bienestar social. Por ejemplo, una revuelta que reclama un bien sin
importar la destrucción de los bienes dela misma, se mueve con este esquema.
La ficción, desde la perspectiva ética, no debe llevar al espectador a la confusión de lo bueno con lo malo y viceversa.
Aunque se trate de un producto audiovisual siempre está ofreciendo elementos
que permiten al espectador obtener información sobre unos hechos, un
pensamiento - en este caso la actuación de los militares norteamericanos-, que se está plasmando visualmente. En las obras de los autores ruso y francés, hay otra mirada de la guerra y también en el plano de la ficción mixta y del entretenimiento propio de la literatura.
Es necesario cuidar que no se generalice a la guerra
(violencia) como un espectáculo
social.
Por Rosa Zeta
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