Una encuesta
realizada por Labaton
Sucharow, una red legal , y Populus, una firma encuestadora, a 500 líderes
del sector de servicios financieros , en Inglaterra y Estados Unidos , revela
que más de ¾ de los ejecutivos creen que sus compañías poseen una ética sólida, fuerte en valores.
Sin embargo
este dato no coincide con el alto porcentaje, 39% de entrevistados, que reportaron que sus competidores
estarían gustosos de engancharse en una ilegal o no ética actividad, con la finalidad de ser exitoso.
El 24% del
panel contestó que podría quebrar las reglas, si eso
significa alcanzar el éxito. El 26% indicó que ellos habían observado malas prácticas
en su lugar de trabajo. El 30 % reportaron que
su compensación o el plan de bonificación crean presión sobre los
estándares de compromiso ético o
violación de leyes.
Lo más
preocupante del informe es el 45% de encuestados que dudaron de no participar
en el caso de filtrar información privilegiada, si había 10 millones de dólares
de por medio y ningún riesgo de ser arrestado. La convicción ética tiene nivel
cero.
Sólo un 41% expresaron plena confianza en que el personal
de su empresa no había participado de actos ilegales o no éticos.
Al calificar
a empresas de otros sectores, los encuestados creen que es probable que el 39 % de ingleses y el 40% de
estadounidenses hayan participado en actividades ilegales o no éticas con el
fin de tener éxito.
Los
resultados nos señalan nuevamente la
necesidad, no sólo de tener principios éticos sólidos que rijan la empresa,
sino que éstos sean asumidos por todos los actores que conforman las empresas
financieras y de todos los sectores.
La
integridad ética no está reñida con el éxito. Es más bien una fuente de
prestigio para los miembros de la
empresa y además es rentable, por que la
buena reputación que genera, se torna en un intangible que es muy valioso para todas
las empresas y organizaciones.
Por Rosa Zeta
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