lunes, diciembre 28, 2009

Criaderos de contenido frente a granjeros que seleccionan contenido

Una alternativa de empleo y dedicación para periodistas con iniciativa propia. Lo difícil siempre será encontrar dónde están aquellos debates que aglutinan público suficiente como para hacer atractiva la apuesta informativa...

 
 

Enviado por jlrequejo a través de Google Reader:

 
 

vía 233grados.com de 233grados.com el 25/12/09

JEFF JARVIS/Buzzmachine

Jarvis

Jeff Jarvis habla de la importancia que tiene el debate social a la hora de crear contenidos y cuestiona la manera de aproximarse a esta idea en la Red. Señala que el poder humano recobra su fuerza y que la herramienta social se impone en las búsquedas frente al SEO, un arte oscuro. Además, echa en falta que los periodistas no busquen debates en Internet para añadir periodismo en forma de respuestas, correcciones, reportajes o explicaciones.

El otro día me pasé una hora al teléfono con Steven Kydd, vicepresidente ejecutivo de Demand Studios, para entender su modelo (que usa algoritmos para asignar la creación de contenido, basándose en las búsquedas y en la demanda de publicidad, minimizando los costes maximizando los ingresos), porque quería lecciones más en profundidad que lo que estamos oyendo en torno al debate sobre el supuesto genio maligno de Demand.

Los comentarios hasta ahora pasan por alto su elemento clave y las oportunidades que crean. Gran parte de lo que veo online es temor a que Demand Media (con la ligeramente rebautizada Aol siguiéndole rápidamente por detrás) abarate el contenido e inunde Internet (es decir, los resultados de las búsquedas) con porquería que sólo sirve para engañar a los algoritmos. Algunos temen también que, si bien se dará trabajo a creadores de contenido, se dejará sin trabajo a los mejores creadores de contenido: la temida desprofesionalización y deflación de los medios.

Michael Arrington habla del fin del "contenido hecho a mano" (escucho por alguna parte a Nick Carr y Andrew Keen partiéndose de risa). Y Richard MacManus, de Read Write Web, está preocupado porque la calidad de la web sufrirá por ello.

Quizás tengan razón. Pero, de nuevo, Internet siempre ha estado llena de porquería. El desafío siempre ha sido encontrar la nata. Ahí es donde están las oportunidades. Eso es lo que vio Google. La nueva pregunta es si Google podrá mantenerse por delante de los criaderos de contenido y encontrar nuevas y mejores formas de encontrar lo mejor que hay por ahí. Apuesto por Google frente a los creadores de basura. Pero ya puede ir poniéndose las pilas.

Por eso, cuando en el simposio de Yale propuse un X Prize para resolver los problemas clave de los medios, Clay Shirky respondió con un llamamiento a trabajar en lo que él denominó "autoridad algorítmica". Unas cuantas de las propuestas de mis alumnos en mi curso de periodismo empresarial abordaron específicamente este problema, descubriendo y jerarquizando el contenido para nosotros: uno se sirvió de humanos ayudados por algoritmos; otro usó algoritmos ayudados por humanos; ninguno era un motor de búsqueda universal que sirva para todo (pero tampoco Google servirá dentro de poco).

Creo que veremos cómo las búsquedas descienden como la única o principal forma de descubrir y filtrar la calidad del contenido. Hoy en día veo tres círculos para hacer esos descubrimientos: motores de búsqueda (Google), algoritmos (Google News, Daylife) y humanos (Twitter). Adviértase que Bit.ly tan solo genera tantos clicks al mes (1.000 millones) como Google News. El poder humano vuelve a cobrar fuerza. Eso es lo que plantea Fred Wilson cuando dice que la actividad social se impone frente a las búsquedas, porque "es mucho más difícil enviar spam a una herramienta social". A medida que la búsqueda se hace más personal y deja de ser universal, el SEO como arte oscuro y fertilizante de los criaderos de contenido irá disminuyendo, y la herramienta social (nuestro propio círculo de autoridad) será también más importante en las búsquedas. Así que tengo fe en que habrá soluciones para extirpar cualquier oleada de basura.

Así lo dije en un tweet: "la escritura ayudada por algoritmos se encontrará con la selección de contenidos con algoritmos ayudados por humanos; la calidad aumentará".

En todo esto, recomiendo no perder de vista el punto fuerte de Demand: que el público asigna a los creadores, incluyendo a los periodistas. El público a menudo sabe lo que quiere saber. Aprendí esta lección cuando asesoré a About.com y vi cómo monitorean las búsquedas de los usuarios para saber en dónde hay preguntas para las que no tienen respuestas. Cuando eso ocurre, van y escriben las respuestas. Demand automatiza ese proceso. Tiene sentido.

En los medios no hemos funcionado así: nosotros decidíamos qué preguntas contestar, porque las preguntábamos. ¡Qué arrogancia! Hoy en día, yo enseño a mis alumnos a buscar debates en Internet y a añadir periodismo, en forma de respuestas, correcciones, reportajes, explicaciones. En 2007 mis alumnos de un seminario en Burda (Múnich) y en mi clase en la CUNY preguntaron por qué el público no nos pregunta, y estudiantes de dos cursos han trabajado en ese problema. Jay Rosen acaba de empezar a jugar con este concepto en ExplainThis.org, creando una plataforma para que el público pida a periodistas que hagan sus preguntas. Demand y About están haciendo lo mismo, solo que a través de las búsquedas de los usuarios. Jeff Sondeman ha recopilado algunos otros ejemplos. En algunas ocasiones resulta una buena idea darle la vuelta a la cadena de asignación de tareas.

Demand también está creando un sistema que dicen que encontrará al mejor autor para cada encargo. Somos libres de estar en desacuerdo con sus métodos y resultados, pero aquí también hay algo relevante. Dos alumnos de mi clase de periodismo emprendedor ganaron una beca para crear una plataforma que hace esto justamente, pero con encargos de noticias locales e hiperlocales (Kydd me dijo que Demand no está tocando las noticias). Hablaré más sobre este proyecto en cuanto se acerque la fecha de su lanzamiento. ¿No pueden las empresas de información aprender y robar algunas lecciones de Demand? ¿Y si quieres crear un producto basado en contenido (digamos, una guía de viajes completa) y abres el proceso de elaboración a un mercado de colaboradores remunerados, permitiéndote así hacer proyectos más grandes a un precio más bajo que antes?

Siempre digo a mis estudiantes: en donde veáis un problema, buscad una oportunidad. Ese es el punto de vista de Arrington: la siguiente generación de creación de contenido está aquí; apañáoslas con ello. Si no os gusta lo que están haciendo Demand y los demás, reconoced la oportunidad que hay para hacer aflorar contenido de calidad y crear estrellas de calidad competitivas cuyas creaciones ascienden no solo debido a la escéptica búsqueda con algoritmos, sino por la recomendación de los humanos. Escarba hasta la próxima capa.

* * *

Conseguí un montón de detalles de Kydd sobre el método de Demand. Desde su punto de vista, han combinado contenido-creación y plataformas sociales y medios para permitir a los creadores de contenido con "ciclos libres" (su jerga técnica) para ganar dinero.

Kydd dice que 11 miembros de la comunidad contribuyen a cada artículo, realizando las tareas que Demand ha identificado: escribir, editar, supervisar, revisar títulos, manejar páginas temáticas, revisar datos. Eso lo hace gente freelance. El personal en plantilla dirige, edita, selecciona y maneja a los colaboradores. El algoritmo hace que todo esto sea más efectivo, ya que monitorea la demanda de contenido y publicidad y escribe los titulares de artículos que considera que lograrán tráfico y ganarán dinero. Los editores son 1,5 más eficaces creando las tareas asignadas que se sabe que generarán tráfico, dice Kydd, pero el algoritmo es 4,9 veces mejor que los creadores.

Kydd dice que Demand paga desde 0 dólares (con reparto de beneficios) hasta 100 dólares por artículo. El promedio es de 20 dólares. Los editores ganan en torno a 2,50 y 3 dólares por artículo, que más o menos sale a 15-20 dólares la hora. Dice que a esta gente le gusta despertarse y saber que hay trabajo para hacer (hay 100.000 tareas en espera de ser asignados en este momento). También dicen que les gusta ser pagados dos veces a la semana. Kydd dice que Demand ha empleado a 4.500 creadores (textos y vídeo) y 400 editores en los últimos 30 días.

Lo que más me ha asombrado es que Demand utiliza su método no solo para contenido de servicios, sino también para chistes, en Cracked.com. ¿Podría un algoritmo y una red social sustituir a Jay Leno? Fácilmente.


 
 

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