Era una publicación exitosa; con una circulación media de 2.657.232 ejemplares (cifra de 2011), era el tabloide más vendido los domingos en Reino Unido. Su página web registraba 70.000 usuarios únicos. Y aunque su vida no era la más idónea, periodísticamente hablando, ha sido la falta de ética de procedimientos la que finalmente ha obligado a James Murdoch , su director, a reconocerlo y a cerrar su edición.
El diario se había visto envuelto desde hace meses en un escándalo de escuchas ilegales que la última semana ha precipitado su desplome al saberse que entre las personas espiadas estaba Milly Dowler, una estudiante de 13 años que había sido secuestrada en marzo de 2002 y que en realidad había sido asesinada cuando el diario espiaba el buzón de voz de su teléfono móvil. El diario llegó incluso a borrar algunos mensajes cuando el buzón estaba lleno para permitir la entrada de nuevos mensajes, lo que hizo creer a la familia que Milly estaba aún viva y pudo destruir pruebas quizás vitales para los investigadores.
Escuchas ilegales, pagos indebidos, o periodismo mercenario – como los nomina Carlos Soria-, connivencia con políticos y poderosos son algunos de las faltas éticas en el periodismo de The News of the World. Son temas que nos llevan a reflexionar sobre la necesidad de los deberes de los profesionales de la información en la nueva comunicación del siglo XXI, señalados recientemente por Aidan White, (IFJ) : Independencia, Contar la verdad , Entender los valores de la información, Transparencia y Responsabilidad.
Por Rosa Zeta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario