miércoles, marzo 23, 2011

"Encontrarás Dragones", una película que invita al perdón y la reconciliación.

Un mensaje sencillo: Hay que perdonar para crecer humanamente, es la conclusión más relevante de una película como "Encontrarás Dragones". Dotado con un pase de prensa me introduje, el pasado 03 de marzo, en la vida y obra de quien fuera el fundador del Opus Dei y de mi alma mater, la Universidad de Piura. Todavía no he terminado se saborear esta obra maestra del director Roland Joffé, director de La Misión. Su pozo ha sido grande. A dos días de su estreno en España me atrevo a elaborar esta crítica que no contiene spoilers.

La alternativa al perdón es seguir anclados al pasado. Atribulados por aquello que no hicimos o que permitimos que les hagan a otros. Cultivando rencores y marcando distancias. Construyendo muros de seguridades, en lugar de puentes de esperanza.

El mensaje personal de la película es evidente. Todos tenemos en nuestro corazón un armario lleno de dragones de nuestro pasado. Demonios ocultos que no nos permiten avanzar humanamente. Despojarnos de ellos no es cosa fácil, porque alguno de ellos nos han proporcionado identidad medular. Pero la película nos invita realmente a despojarnos de estos rencores. Aquí, en lo personal yo también tengo una tarea pendiente, que espero acometer pronto. Perdonar es un proceso, que sabemos cuándo empieza, pero no cuándo termina. Y algunas veces puede durar toda una vida. El director de la Película, Roland Joffé ha conseguido acercarnos a este misterioso proceso, aunque no sé si encontrará eco su mensaje.

Por otra parte, el mensaje social de la película no es tan evidente. Cuántas sociedades siguen ancladas al pasado. Éste es el caso -desde mi punto de vista- de la sociedad Española, que no consigue avanzar y que sobrevive del cultivo de sus propios rencores. Desde un punto de vista material, España ha evolucionado mucho, pero desde un punto de vista de humanidad, es una sociedad que se quedó anclada al fantasma de la guerra civil. Desde mi punto de vista hay más empatía entre un español y un japonés, que entre un español y un vasco, o un catalán. Basta con escuchar las calles y las preocupaciones de su gente.

Incluso debajo de la palabra crisis la gente agazapa su pensamiento en torno a los viejos demonios de la guerra civil. No creo que el pueblo español esté preparado para una película como ésta. Porque para comprender esta peli tendrían que haberse perdonado las izquierdas, las derechas, liberales y conservadores en este país y esforzarse por iniciar un proyecto juntos, tirios y troyanos. Y aunque algún esfuerzo se ha hecho de manera aislada, aún no han tenido tiempo de comenzar en serio.


Pero no quiero dejar sólo una crítica para España, madre patria inmerecida por mi parte: Desde el punto de vista social, tampoco creo que el Perú esté preparado para un mensaje como el que encarna esta película. Los peruanos tampoco nos hemos perdonado. "Nosotros los indios" no hemos perdonado al blanco "invasor", y nuestra mezcla racial, "crisol de razas" de la que tanto nos jactamos, algunas veces no encierra más que un sabor a revancha, a "toma tu vuelto".

En el Perú, la sierra no ha perdonado a la costa, y la selva se la ha jurado a las dos. El sur no pasa ni una a la capital y el norte selvático hasta ha llegado a pedir la independencia en pancartas y manifestaciones. El norte es tierra de nadie, donde el capitalismo más salvaje campea a sus anchas. Somos todo deudas y aquí "gana" el que obtiene más de la sociedad con el menor esfuerzo posible.

Sin embargo, Encontrarás Dragones nos muestra una salida sencilla, aunque no por ello la más fácil de realizar. No es fácil pasar página, volver a cero el contador de nuestra confianza, cariño, esmero, paciencia. Retomar una vieja amistad hecha pedazos por sabe Dios qué motivos. Volver a sentirnos familia. En este sentido el mensaje de la película no dejará indiferente a nadie.

Habrá quien sólo vea proselitismo religioso, pero realmente quien sólo vea eso habrá visto sólo el dedo, cuando se le intenta enseñar el firmamento. Será lo común, porque el perdón no es algo que se pueda predicar. Hay que hacerlo vida.

2 comentarios:

Juan José Muñoz dijo...

Totalmente de acuerdo, mensajes como los de esta peli son muy necesarios en nuestro mundo convulso y agitado. ¡Enhorabuena!

Jose Requejo dijo...

Gracias por tu comentario! En Perú tardará en estrenarse, estaremos atentos.