Los smarthpones
no dejan de sorprender: mejoran las cámaras, las pantallas, incrementa la
capacidad de resolución y, junto a ello, las redes móviles son más accesibles.
En esta línea, Instagram tiene muy
presente el factor innovación y las tendencias.
Desde que
incorporó el formato de video en el 2013 como un complemento al intercambio de
fotos, el video ha ganado popularidad convirtiéndose cada vez más en el centro
de atención. A pesar de que el autoplay
–de audio- puede ser molesto, la aplicación ha encontrado un punto medio entre
el sonido de reproducción automática de sonido de encendido o apagado.
En esta última
semana, la aplicación de Facebook modificó
la configuración de sonido de los vídeos en la plataforma. Antes, debíamos
activar el sonido en los videos de manera individual. Con esta actualización,
los usuarios que activen el volumen de algún video, de manera automática oirán
los sonidos de los siguientes videos durante esa sesión.
Con esta nueva
configuración, está rompiendo las barreras del sonido. Este cambio representa
para los anunciantes, en palabras de Theodor Arhio, director global de
contenido creativo de TBWA, "una gran
oportunidad para las marcas. La empresa está tratando de fomentar la
visualización con sonido en todas sus propiedades, ya que los anunciantes
quieren que sus anuncios sean escuchados, así como son vistos.
Comparto con Josh
Constine, de TechCrunch,
la idea de que si bien Instagram no busca molestar a los usuarios, no podría
ser una red social con proyección si permanece en silencio. Si bien, ahora el
‘volumen subirá’, este cambio no debe significar que las marcas dejen de pensar
cómo generar brand content y mucho
menos de cómo funciona el ecosistema digital de las redes sociales. Ahora deben
tener incluso más cuidado pues si no suena bien será contraproducente.
MariadeFátima Mendívil,
alumna de Mercados de la Comunicación
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