viernes, agosto 24, 2012

Una mirada crítica a los medios norteamericanos


Una encuesta de Pew Research Center, sobre la credibilidad  de los principales medios estadounidenses, muestra  una caída en la valoración positiva de los medios (15%) y un crecimiento similar de la valoración negativa de los mismos (14%), en la última década - desde 2002-.

El centro de investigación, que examina esta temática cada dos años,  encuesta  a un millar de personas sobre  la credibilidad que les merece  los  13 medios  observados – periódicos  y televisión- En el 2012 la caída global es de 6%, la segunda mayor caída  de la década, después de 8% registrado en 2004.

Durante la década,  Pew Research también ha indagado  la percepción de la audiencia sobre el desempeño general de los medios noticiosos.  Notas sobre la exactitud, la independencia, la justicia y otros aspectos del rendimiento también han mostrado descensos en su visión positiva  a largo plazo.

Los resultados muestran  un crecimiento progresivo de los porcentajes de las personas que consideran que las historias son a menudo inexactas (de 34 a 66%), que los medios son parciales en la cobertura (de 53 a 77%), y que es influenciada por el poder y las organizaciones.

La mirada crítica refleja también una visión  de la prensa  como una institución social importante que tiene un rol fiscalizador y que pierde su misión esencial si brinda informaciones inexactas, si ocultan sus errores  (72%), si hay tendencias políticas en sus reportes (63%),  o si son vistos como independientes por sólo un 15%.

Toca a los medios norteamericanos, no sólo a los más importantes, construir mejor esa credibilidad con una cobertura precisa, imparcial, sin influencias ajenas a la información y en concordancia con el bienestar de la sociedad que la reclama. Menuda tarea. 

Rosa Zeta

miércoles, agosto 22, 2012

La Guerra y la Paz

El titulo de las obras de Leon Tolstoi  y  de Pierre Joseph Proudhon , nos sirve para  analizar el tema de la guerra  y la paz puesto en escena por la protesta de nueve  premios nobel de la paz contra   el programa Star Earn stripes, un reality de guerra  que NBC , el canal  de TV norteamericano, estrenó la semana pasada.
Los nobeles han pedido el retiro del programa a la cadena norteamericana  porque consideran que “glorifica la violencia”. Todo lo contrario a los fundamentos expuestos por los productores  quienes pretenden rendir homenaje  “a los hombres y mujeres que sirven en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos”.
Los artífices de la paz, haciendo uso de su posición de actores responsables  en la promoción de este derecho social -  también a través del entretenimiento -, cuestionan  que se presente a la guerra como escenario de entretenimiento. “Creemos que este programa no rinde homenaje a nadie sino que continúa y expande la vergonzosa tradición de glorificar la guerra y la violencia armada”.
El reality show, como programa televisivo,  muestra como espectáculo  los aspectos más morbosos o marginales de la realidad, busca divertir al público, atraer su  atención, impresionar. En este caso el espectáculo elegido es la   preparación para la guerra, de la cual saldrá un  actor vencedor,    que será el ganador de un premio pecuniario  que se entregará  para una obra de bien social.  
Parece riesgoso presentar a la guerra como escenario beneficioso para  una causa noble. Como un recurso viable para conseguir un fin bueno; y aunque estamos en el plano del entretenimiento,  y de la ficción,  el planteamiento que lo sustenta puede sugerir  socialmente que no interesan los medios  utilizados para la consecución del bienestar social. Por ejemplo, una revuelta que reclama un bien sin importar la destrucción de los bienes dela misma, se mueve con este esquema.
La ficción, desde la perspectiva ética,  no debe llevar  al espectador a  la confusión de lo bueno con lo malo y viceversa. Aunque se trate de un producto audiovisual siempre está ofreciendo elementos que permiten al espectador obtener información sobre unos hechos, un pensamiento - en este caso la actuación de los militares norteamericanos-,   que se está plasmando visualmente.  En las obras de los autores ruso y  francés, hay otra mirada de la guerra y también en el plano de la ficción mixta y del entretenimiento propio de la literatura.
Es necesario cuidar que no se generalice a la  guerra  (violencia)  como un espectáculo social. 
Por Rosa Zeta

miércoles, agosto 15, 2012

Zakaria descuidó el deber de diligencia profesional


Fareed Zakaria  ,  ha sido suspendido temporalmente  de sus labores periodísticas en la revista Time y en CNN,  al descubrirse  que partes de publicaciones recientes escritas por él, sobre el control de armas, habían sido plagiadas de un extenso artículo  de Jill Lepore ,publicado el 23 de  abril en The New Yorker.
El  periodista tiene trayectoria. De 48 años, nacido en Bombay, es editor en Time y presenta su propio espacio semanal en CNN, Fareed Zakaria GPS y en  su carrera ha recibido numerosos premios y títulos honoríficos por instituciones de gran prestigio como las Universidades de Harvard, Brown y Johns Hopkins. Es, además, uno de los 19 académicos que forman la junta de Gobierno de la Universidad de Yale.
Zakaria es consciente de su error y  ha pedido disculpas a la autora de las ideas, a sus editores y a sus lectores. Time  ha aceptado la rectificación, especificando   que Fareed  ha violado los estándares, la originalidad entre ellos,  que la revista tiene para los columnistas, y suspendiéndolo  por un mes para el análisis pormenorizado de su producción.
CNN también lo ha suspendido, por la misma razón.  En  The Global Public Square  se le presenta como periodista destacado, junto con otros expertos  internacionales, que informan   sobre asuntos globales con historias únicas y desde diversas y originales perspectivas. El plagio de Zakaria desdice las características señaladas en GPS, como espacio informativo. 
La trayectoria adquirida, o fama,   no nos exime del deber de diligencia profesional, sino que exige  responsabilidad permanente. Esta puede ser una lección  importante. Lo digo pensando en mis alumnos de Deontología de la  Universidad de Piura,  que a veces, pueden considerar vana  la deliberación sobre este  y otros deberes de la información.
Lamentablemente,  estos fallos  son cada vez más frecuentes, podemos citar la falta cometida por el joven periodista Jonah Lehrer, por plagiarse a sí mismo en Internet y por inventarse partes de citas atribuidas al cantante Bob Dylan,  en la revista The New Yorker. O la del  caricaturista David Simpson quien renunció a la revista Urban Tulsa Weekly, luego de que The Daily Cartoonist mostrara un diseño realizado en 1995 por el fallecido Jeff MacNelly muy similar al de Simpson en 2011.
José Ma. Desantes, en su libro El deber profesional de informar, afirmaba que  la diligencia es el “cuidado amoroso a través de una entrega solícita”.  Con sus palabras señalamos que  la diligencia del informador  se va afinando progresivamente y en esa línea no podemos descuidar el núcleo personal fundamentalmente creador que es cada profesional de la información.  Toca a Zakaria, retomar diligentemente la misión informativa. 

 Por Rosa Zeta

sábado, agosto 11, 2012

Hacia el respeto de la privacidad en el mundo digital


La privacidad de los datos, o la difusión indiscriminada de mensajes digitales de  carácter privado  en la red  es una cuestión que preocupa más cada vez, por las dimensiones adquiridas y en proyección.  Los gobiernos de las diferentes naciones intentan proteger la privacidad de los usuarios, pero también hay una responsabilidad de los usuarios que se hace cada vez más urgente.
El Gobierno de Estados Unidos ha dado su aprobación final a un acuerdo con Facebook, en el que se  exige a  la red social contar con el consentimiento de los usuarios para realizar cambios  a sus parámetros de privacidad  y se le sujeta 20 años de auditorías independientes. La red social fue acusada de engañar a sus usuarios para obligarlos a compartir más información personal de lo que ellos querían.
Una de las propuestas en la revisión de sus políticas señala: "Cuando tú u otros que puedan ver tu contenido e información usan una aplicación, tu contenido e información se comparte con ella". Y en ellas también involucran a los usuarios “quienes  quieran evitar que las aplicaciones succionen sus datos pueden configurar los controles detallados en su página de "configuración de privacidad" en Facebook.
Lo mismo sucede con el buscador: Multan a Google, con 22.5 millones de dólares, por violar privacidad de usuarios.  Al gigante de las búsquedas se le acusaba de usar  “cookies” para aprovecharse de la información generada por el navegador Safari de Apple en los iPhone y iPads, con el fin de seguir a los usuarios que habían bloqueado ese rastreo.
La práctica violaba el decreto de consentimiento que Google negoció en el 2011 con la comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, sobre el lanzamiento de la ahora desaparecida red social Buzz.
En este contexto  -Facebook y Google - ya no tenemos  control de todos los contenidos emitidos  puesto que van más allá de los destinatarios elegidos inicialmente,  pero  como usuarios también tenemos la obligación de no hacer un uso indiscriminado de las redes,  y de cuidar nuestra privacidad. No hagamos público en la red  aquello que no queremos  que se conozca de manera amplia y difusa. O como dice Mónica Codina,  blindemos  bien nuestra identidad y datos personales  y optemos  por el “derecho a la autodeterminación informativa”.
Por Rosa Zeta