El
acuerdo de casi 85 mil 400 millones de dólares por el que AT&T se propone
adquirir a Time Warner no promete ser un camino de rosas a futuro, así lo han
manifestado un grupo de analistas
de The Wall Street Journal, quienes han previsto una serie de problemas desde el
inicio de esta fusión.
En
primer problema al que se enfrenta AT&T y Time Warner es la oposición de
los organismos reguladores de EE.UU,
quienes opinan que esta fusión dará paso a una monopolización de medios. La
organización Free Press considera que estas megafusiones afectan la libertad de
expresión y de contenidos, favoreciendo a la programación de un solo distribuidor.
Asimismo,
al tratarse de una integración vertical (una red de distribución telefónica que
compra a un productor de contenido) significará un precio más alto para los
usuarios de telefonía móvil y una menor diversidad de opciones.
Otra de
las razones que simbolizan un problema, es que tras la decisión de compra
acelerada (a tan solo dos semanas de las elecciones presidenciales), las
primeras operaciones del lunes por la mañana empujaron las acciones de
Time Warner a disminuir un 2,4% (de $107.50 a $87,33). Lo mismo sucedió con las acciones de AT&T,
que se redujeron cerca de un 2% (a $36,80).
En esa
misma línea, los candidatos a la presidencia, Hillary Clinton y Donald Trump,
han coincido en manifestar su oposición a esta fusión y a las fusiones de
medios en general. El senador
Bernie Sanders ha pedido al departamento de Justicia, bloquear la transacción comercial.
Así, esta
fusión de medios no solo afectaría el mercado de telecomunicaciones y de
contenidos en EE.UU, sino también el de otros países, como México, en el que AT&T se ha
convertido en el tercer mayor operador de telefonía.
Daniela Vega, alumna de Mercados de la
Comunicación
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